miércoles, 7 de abril de 2010

Nadie se cruza por azar...


Hace un tiempo recibí un correo con una de esas desagradables (según yo) cadenas… la verdad es que no son de mi agrado, pero extrañamente esa vez decidí abrir el mail y darme el tiempo de leer la cadena… no por nada llamo mi atención, ya que siempre he creído que todo tiene su motivo o razón de ser, no creo en las casualidades de la vida y como el titulo de la cadena era “Nadie se cruza por azar”, obviamente me hacia sentido…

Al ver la cadena sentí una grata sensación… porque de algún modo todo lo que leí cobraba valor… mucho más que el titulo!.
En la vida siempre nos cuestionamos los sucesos, pensamos instantáneamente en esos por qué, tratamos de hallar culpables; sin embargo, no nos damos el tiempo de pensar que por algún motivo tal cosa sucedió y más aun cuando incluimos a personas! Desde la subjetividad tachamos a las personas de diversos modos; en ocasiones atribuimos bondad, maldad, indiferencia o incluso llegamos a determinar que personas valen o no “la pena”… siempre estamos viendo lo malo de las personas, sin darnos la posibilidad de ver que esa persona de algún modo dejo algo a nuestra vida, un aporte o como quieras llamarlo!... por eso mismo, si te das el tiempo de leer, espero que puedas entender el sentido de porque determinadas personas han pasado por tu vida…

Las personas entran en nuestras vidas por una RAZÓN, por una ESTACIÓN o por una VIDA ENTERA…
Cuando alguien entra en nuestra vida por una RAZÓN es generalmente para llenar una necesidad que hemos demostrado tener. 

Ellas vienen a ayudarnos con una dificultad, proporcionarnos apoyo y orientación, ayuda física, emocional o espiritual… podrán parecer un regalo de Dios, y lo son! Están ahí por la RAZÓN que necesitemos que estén ahí… Entonces, sin ninguna actitud errónea de nuestra parte o en una hora incierta, esa persona dirá o hará alguna cosa para que la relación llegue a su fin. Lo que debemos rescatar es que nuestras necesidades han sido atendidas, nuestros deseos cumplidos y el trabajo de ellas hecho… nuestras oraciones han sido escuchadas y ahora es tiempo de marcharse!
Cuando las personas entran en nuestras vidas por una ESTACIÓN…

Es porque llego su momento de repartir, de crecer y de aprender. Ellas traen la experiencia de la paz o nos llenan de alegría. Ellas nos podrán enseñar algo que nunca hayamos hecho, ellas generalmente dan una cantidad enorme de gratificación… créanlo! Es real!... pero solamente por una ESTACION.
Relaciones de una VIDA ENTERA… 

Nos enseñan lecciones para la VIDA ENTERA, cosas que debemos construir para tener una formación emocional sólida. Nuestra tarea es aceptar las lecciones, amar a la persona y poner en práctica lo que hemos aprendido en todas nuestras otras relaciones y áreas de nuestra vida.

De algún modo las respuestas están a nuestro alcance… las personas son valiosas, vienen a darnos alegría, amor, enseñanzas y una cantidad de momentos que atesorar… pero todo esto puede ser por una RAZÒN, por una ESTACIÓN o por una VIDA ENTERA… no sabemos cuánto durara su estadía, no sabemos si será para toda la vida o solo por una estación… por eso, ante la incertidumbre del tiempo y de los motivos, solo nos queda disfrutar y VALORAR a las personas… y si llega el momento de partir debemos tener la fortaleza para dejarlos ir y quedarnos con la dulce sensación de todo lo que significó en nuestras vidas…