domingo, 1 de noviembre de 2009

Manos al aire…


Cuando escuché está canción mucho de lo que he vivido hasta hoy me hizo sentido… ha pasado bastante tiempo en donde mi negación y resistencia a las vinculaciones han sido la constante, es tan fácil actuar sin reflexionar, sin hacernos cargo de porque hacemos tal o cual cosa, o simplemente asumir el por qué de las complicaciones a la hora de vincularnos… de Vincularme, creo que lo apropiado es hablar desde lo que a mi me pasa, porque no necesariamente todos reaccionamos de forma semejante, pero si creo que el tema de los temores y las inseguridades trascienden, determinando nuestros modos de enfrentarnos a un otro, por lo tanto: yo pongo resistencias, limito el “terreno” impidiendo que trasciendan las persona…claramente tengo un discurso elaborado que me permite argumentar el tema, pero en realidad hay mucho detrás que me hace actuar desde mis defensas, esperando que el otro se rinda y de algún modo me haga reafirmar mi creencia de que no es tan fuerte como para lograr llegar a mi, pero tal cual lo dice el comercial “no eres tú, soy yo” y no es una ironía, es de algún modo asumir la responsabilidad sobre la situación, es reconocer que la imposibilidad de llegar a otro nivel la determinan mis actos y todo por el hecho de cargar con temores que no son responsabilidad de quienes conozco, que son producto de mis vivencias pasadas y que no necesariamente se tiene que cumplir el patrón, que todos somos diversos y que generalizar solo causa daño y limita el modo de relacionarme, limita mi forma de ver a las personas, limita mi modo de valorarlas al tener prejuicios infundados… En el fondo a lo que quiero llegar, es que la guerra la he provocado yo, que he decido sostener una lucha yo sola, apartando a los “enemigos” solo por el error de generalizar y creer que siempre seré una víctima, pero quizás hoy después de tanto tiempo asumo lo equivocada que he estado, que he causado daño al estar sesgada, que no he sabido valorar a quienes han estado enfrente mío, que las resistencias solo me han hecho torpe emocionalmente y que debo sacarme el equipo de guerra, lo que equivale a dejar mis corazas y dejar de protegerme, porque la vida es así… tiene altos y bajos, sin embargo son esas vivencias las que nos hacen crecer, las que no hacen humanos, las que nos hacen querer ver la vida con la simpleza de que todo puede ser en la medida que tengamos la capacidad de aceptar los regalos de la vida, aceptar que el control y las resistencias queda para quienes deciden vivir del temor, de las inseguridades, de vidas carentes de algo tan básico y al mismo tiempo fundamental…el amor!

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